Si quieres relajarte, podrías pensar en darte un buen baño relajante. Lo primero es disponer de media hora para desconectarte del mundo por completo y conectarte contigo mismo. Una música suave de fondo, y te recomiendo música clásica o renacentista que suele ser ideal para aliviar nuestro strees y cambiar el ritmo de la vida cotidiana.
En el baño relajante es fundamental estar solos, dispuestos a entregarnos a un tiempo de placer donde la tranquilidad será nuestra mejor aliada.
La temperatura ideal del agua para lograr el relax oscila entre 30/32 grados. Perfúmala con aceites de baño, aceites esenciales como el de romero o lavanda, éstos aceites son sumamente relajantes. Se puede preparar una infusión fuerte de manzanilla, menta o valeriana y si no cuentas con nada de esto, un buen puñado de sal gruesa diluida en la bañera será una solución.
Un baño relajante se consigue también con remedios caseros muy recomendados. Agregar al agua tibia media taza de bicarbonato de sodio puede actuar incluso como desinfectante contra algunos hongos que atacan la piel.
En el disfrute del baño ralajante deja tu mente en blanco, unos minutos en ese estado será un buen comienzo. Automasajear el cuerpo, es muy positivo un reconocimiento general de nuestro cuerpo que muchas veces lo dejamos casi olvidado.
Finalizado el baño, que no debe durar mucho más de 15 minutos, te darás una ducha fría, esta servirá de masaje estimulante de nuestra circulación sanquinea.
Al salir del baño no corras a la actividad, descansa un rato envuelto en las toallas y es recomendable beber algo de liquido, agua natural preferiblemente.
Un baño relajante mejora la circulación, favorece mucho a tu piel y tu estructura oseomuscular y sobre todo armoniza tu estado emocional, dejandote listo para el andar del día a día.
En el baño relajante es fundamental estar solos, dispuestos a entregarnos a un tiempo de placer donde la tranquilidad será nuestra mejor aliada.
La temperatura ideal del agua para lograr el relax oscila entre 30/32 grados. Perfúmala con aceites de baño, aceites esenciales como el de romero o lavanda, éstos aceites son sumamente relajantes. Se puede preparar una infusión fuerte de manzanilla, menta o valeriana y si no cuentas con nada de esto, un buen puñado de sal gruesa diluida en la bañera será una solución.
Un baño relajante se consigue también con remedios caseros muy recomendados. Agregar al agua tibia media taza de bicarbonato de sodio puede actuar incluso como desinfectante contra algunos hongos que atacan la piel.
En el disfrute del baño ralajante deja tu mente en blanco, unos minutos en ese estado será un buen comienzo. Automasajear el cuerpo, es muy positivo un reconocimiento general de nuestro cuerpo que muchas veces lo dejamos casi olvidado.
Finalizado el baño, que no debe durar mucho más de 15 minutos, te darás una ducha fría, esta servirá de masaje estimulante de nuestra circulación sanquinea.
Al salir del baño no corras a la actividad, descansa un rato envuelto en las toallas y es recomendable beber algo de liquido, agua natural preferiblemente.
Un baño relajante mejora la circulación, favorece mucho a tu piel y tu estructura oseomuscular y sobre todo armoniza tu estado emocional, dejandote listo para el andar del día a día.
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